jueves, 25 de diciembre de 2008

Navideñas

Este año, mi novia y yo estamos muy navideñas. Y es curioso, porque al menos la que suscribe llevaba casi una década haciéndole el boicot a estas fechas, y en especial, a toda la decoración moña con la que mi madre se empeñaba en ambientar la casa. Pero este año me prometí a mí misma que no pasaría la navidad sin, al menos, un árbol, y lo he conseguido:

Claro que no ha sido fácil, porque durante unos días pareció que todos los objetos navideños habían decidido hacernos el boicot a nosotras en justa venganza por el ostracismo al que los habíamos sometido en los últimos años. Aviso para navegantas: en Madrid es casi imposible encontrar un abeto de plástico a partir del día veinte de diciembre (en realidad, yo sospecho que los abetos ya están agotados allá por el quince de agosto, al poco de empezar a anunciar la lotería de navidad), así que quien decida buscarlo en esa fecha, tendrá que recorrerse una media de cinco o seis centros comerciales, a ser posible en un par de tardes (pues de lo contrario comprobará no sólo que ya no queda un puñetero árbol en la ciudad con más superficie comercial de España, sino que a medida que pasan las horas, los adornos navideños van decayendo en progresión exponencial, con lo que, cuando por fin una logra hacerse con el último abeto de la última tienda, no tiene nada con qué adornarlo).

Y hablo por propia experiencia, que no quedaban adornos ni en el Ikea (!).

Lo bueno de todas estas adversidades es que lograron aumentar nuestras ansias navideñas, haciendo realidad el milagro de que nos desplazásemos al centro de Madrid en plenas “semanas prohibidas”. Mi novia, en especial, se desayunó sus propias advertencias (“este año no pienso ir a Sol en todas las navidades”, “¿a la Plaza Mayor? ¿yo? ¡nunca más en la vida!”), y me llevó de la mano por todos los puestecitos navideños más contenta que unas castañuelas. Segunda advertencia para navegantas: si te quedaste sin adornos para tu árbol y la Plaza Mayor es tu última opción de compra, prepara un buen fondo de billetes porque allí los precios sencillamente triplican los de cualquier otro sitio que hubieras visitado antes (sí, sí, aquellos sitios en los que no había árboles pero sí unos adornos muy monos que luego desaparecieron cuando al fin tenías dónde ponerlos).

Menos mal que al lado de nuestra casa hay un chino muy cuco donde estaban todos los adornos de la Plaza Mayor a mitad de precio. Con excepción, claro está, de nuestro precioso muñeco de nieve navideño: lleva dos días pegado en la puerta de casa... ¡y todavía no nos lo han robado!

¡Encantada con el espíritu navideño!

4 comentarios:

María dijo...

A mi me ha pasaod exactamente lo mismo, ayer decidí adornar la casa y en el ikea ya estaban casi quitando los adornos aish!

Feliz navidad!

Cris dijo...

hola! y por que no probaron hacer adornitos?? la verdad no esta complicado, es sencillo, solo requieres un poco de paciencia, pero en lo que platican o ven tele o algo asi tranquilo pueden hacer adornitos :D yo en la decoracion me puse muy activa, pero el espiritu navideño decayo un poco :P FELIZ NAVIDAD!!

marga dijo...

así que llevándote de la mano eh

cómo cambian los tiempos ;-)

hermosísimo todo chicas, y el muñeco y el árbol

besososososos

encantada dijo...

La verdad es que pensamos hacer nuestros propios adornos, de hecho, yo ya los tenía ideados y me parecían estupendos, pero al final... quizá para otra vez :)

La verdad es que ir de la mano no es una novedad sino una vuelta a los buenos tiempos...

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